Rosa Centenaria

Anecdotas, fotos y comentarios de nuestra tía abuela Rosa Zlachevsky que el 07/10/2006 cumplió 100 años. Familias Varsavsky, Zlachevsky y Jacob

lunes, octubre 09, 2006

Un sobrino nieto emocionado

Es increíble esta Tía, y evidentemente valorada por todos como se merece, tuvo el humor de siempre, la lucidez de siempre, la sabiduría de siempre y el afecto maduro de siempre.

Su voz a esta altura, para mi que no pude aprovecharla tanto, es sinónimo de "norte" de "faro" que con su luz cálida y rectora guía a los barcos en las noches de tormenta y los acompaña en las madrugadas apacibles como una madre gigantesca que acuna en el regazo de sus costas.

Esta claro para todos que tenerla es un privilegio y como nuestra "abuela/bisa/Tía" mucho más aún.

Escucharla es recuperar aquellos pocos maestros que se recordarán por siempre porque exigen pero enseñan de verdad desde su humilde y venerable puesto.

Mi vieja Irene es profesora, mi abuela Rebeca era maestra, mi tía Paulina también, y Amadita, y ...Rosa ? parece que era la Patriarca, ....perdón Matriarca de todas... " en casa era más lo que se leía que lo que se comía " ...un mounstro!!!

Yo comulgaba más en Corrientes 4816 dónde sus hermanas hacían de todo por mi: a c/paso una tía, a c/paso un afecto, a c/paso una festival de cariño.
Tía Rosa físicamente no estaba allí. Su Matrimonio e independencia la habían llevado a otra casa en donde dió a luz su propio mundo, su propio pedazo de familia que hoy se une con el resto y que me llegaba más tangencialmente por el relato de sus hermanas y por motivos geográficos claro!

Mi abuela, en la cocina del fondo me hacía además de las milangas a la plancha con una gotita de aceite, un improvisado teatro de sombras chinas.

Todo para entretenerme claro, no había ni TV ni PC ni Play Station ni un carajo! Solo Tías, abuelas y que se yo cuantas cosas, era como abrir el arcón de Jumanyi!

El teatro era de figuras de papel, sostenidas y manipuladas de un piolín con una vela detrás que proyectaba su danzante luz en una caja de zapatos cuya tapa había sido reemplazada por un celofán ahumado.
Detrás de esa "pantalla" actuaban las sombras de las siluetas de papel que expresaban su creativo baile en dicho monitor de entre casa.
Esta era Rebeca, una de la hermanas de Rosa. En fin...tantas historias podría contar...recién al querer transmitir esto me doy cuenta de la verdadera dimensión. Tomaba mate y charlaba con Flora, en otro ámbito, íntimo y privado, Paulina me dejaba ganar a la "casita robada" y perder al "culo sucio", Amadita perforaba sus tarjetas de braile con un punzón y una planchuela. Enseñaba a milquinientos chicos a la vez en una mesa gigantesca que servía en ocasiones festivas para reunir a toda la familia. También trataba infructuosamente de domesticarme a mi que era "Daniel el Terrible". Catalina llegaba siempre de noche desde alguna misión que Dios le había encomendado y buscaba algo para equiparar a sus hermanas en el afecto hacia mi, pero lógicamente no le alcanzaba. Después de medio siglo de intentarlo hacía el más rico dulce de frutillas que mi cucharita experimentada hubiera probado.

Estas chicas tenían algo especial no?!!! ...Tienen algo especial... y ese aura se notó en esta fiesta de emociones y unió a "la familia" que dispersa en sus cosas y en sus propias vidas nunca estuvo desunida sino haciendo lo suyo. El respeto convocante a esta Mujer tan especial nos dió la oportunidad al menos por un rato de compartir recuerdos y construir otros nuevos.
Gracias Tia Rosa y Gracias a todas las ídolas de esa casa: Gracias Nona, Gracias Amadita, Gracias Paulina, Gracias Catalina, Gracias Flora.
Dany Wender

sábado, octubre 07, 2006

El cumpleaños de Rosa

Como contarles lo que fue el cumpleaños centenario de la tía Rosa...

Las 100 primaveras de Rosa, como decía en uno de los carteles que había en el salón.

Lo principal para mi es la vitalidad que tiene Rosa, verla pararse a contestar el discurso de Mónica, que fue maravilloso, tomar el micrófono y mandarse un speech precioso improvisado y sentido.
Todo eso habla de su fuerza, su lucidez, su increible garra.
En fin, como ella misma dijo en un momento de su charla "no soy ninguna heroína, soy unicamente una persona testaruda que no se le dió la gana de salir del mundo... nada más" tambien habló con orgullo de todas las enseñanzas que recibió de su padre y del valor de la familia y dijo que hoy vivimos una crisis de familia que cuando se procese dará lugar a una sociedad mejor. Que a nosotros nos toca vivir en la bisagra entre el viejo mundo y el nuevo que evolucionará hacia un futuro más grande.
Estuvo recorriendo las mesas, charlando con todo el mundo, brindando con champagne y diciendo todo el tiempo que recién al día siguiente iba a tomar conciencia de todo lo vivido porque estaba completamente desbordada.
Fue muy lindo para mi, además, reencontrarme con los de siempre, ver familia que hacía tiempo que no veía e incluso conocer familia nueva.
Estuvimos organizando y completando el arbol genealógico contentos y emocionados.
Como deciamos en la mesa hablando de la tía, tiene la virtud de sorprender siempre. Estamos acostumbrados a que nos sorprenda cada vez que hablamos con ella por la riqueza de todo lo que dice y a pesar de eso cada vez nos vuelve a sorprender.
En el discurso Mónica recordaba que Rosa siempre dijo que en su casa se leyó más que se comió y que esa cultura es la única riqueza que la tía valora.
Graciela, su hija, contó en el micrófono que a los 20 años se fue a vivir sola porque Rosa siempre le inculcó la virtud de ser independiente y que el día que se lo anunció a Rosa le contestó: "me imagino que tenés como mantenerte" con lo cual le quedó claro que de pedir ayuda ni hablar. Tambien contó que al poco tiempo se recibió y la llamó para contarle y Rosa le dijo "y si, venías dando todas las materias bien y si diste la última te recibiste" pero de felicitarla nada, entonces tío Arnoldo trajo a colación una anecdota que tía Rosa le había contado.
Cuando ella era chica, en los primeros grados de primaria a una compañerita le regalaron un juguete por pasar de grado y Rosa le preguntó al papá: "¿a mi que me vas a regalar si paso de grado?..."
Y acto seguido le entregó el micrófono a Rosa y le dijo ¿y tu papá que te contestó? y Rosa con una exclamación recordando las palabras del padre dijo:
"¡¿QUE?!, pobre de vos que no pases de grado, que es lo que tenés que hacer más que ir a la escuela, ¿y a tu mamá, que cocina, lava y plancha y te prepara?... a ella ¿que le vas a regalar?... Pobre de vos que no pases de grado... y yo veía que agitaba un dedo más largo que la casa entera..."
A la hora de soplar las velitas pidió colaboración a uno de sus bisnietos más pequeños.
Dijo que le tuvieramos paciencia porque para pedir deseos con tres no tenía ni para empezar, que tenía una lista interminable y que cuando se da la oportunidad de pedir "el que pide poco es loco".
Ver la torta con un dorado numero cien fue un impactó grande.
A esa hora, a la hora de la torta y el brindis empezaron a desfilar amigos y vecinos que venían a saludarla.
El lugar elegido para el festejo era nada menos que un salón del "centro de salvavidas", jeee.
Ah, y tenía un cartel a la entrada que decía: Centro de salvavidas desde 1922, así que tía Rosa cuando lo fundaron tenía 16 años...
Bueno, esto es lo que salió por ahora. Espero las fotos, comentarios y demás de los presentes para seguir completando la historia.

jueves, septiembre 28, 2006

Rosa, la arañita tejedora

Nelia, Arnoldo, Rosa y SusanaAyer estuvimos con tía Rosa tomando un té.

Simbolicamente hablando claro porque había té, café, leche para combinar a gusto y sandwiches de miga, alfajorcitos de chocolate y obleas rellenas para deleitarse, todo estrictamente dietético, claro.
Cuando digo estuvimos me refiero a Tío Arnoldo, Alicia, mami y yo.
La tía fue la que planeó juntarnos a los varsas de la rama de su hermana, la abuela Flora ya que sin decirle nada a "los otros" nos invitó a nosotras también. Por supuesto Estela estaba invitada pero no pudo venir porque ya tenía otro compromiso.
Según dijo tía Rosa ya era tiempo de que nos vieramos y la verdad hacía rato que no nos veíamos personalmente.
Nelia, Rosa y la colcha
Nos mostró las colchas que estaba tejiendo de las que mando fotos y cuando logramos dejar de charlar nosotros nos extasiamos escuchando sus historias de cuando era chica y jugaba con sus hermanas y las travesuras que hacían y sus cosas de juventud.


Voy a ver si me hago tiempo más tarde para contar algunas de esas anécdotas o invito a los presentes en el evento a hacerlo.