Un sobrino nieto emocionado
Es increíble esta Tía, y evidentemente valorada por todos como se merece, tuvo el humor de siempre, la lucidez de siempre, la sabiduría de siempre y el afecto maduro de siempre.
Su voz a esta altura, para mi que no pude aprovecharla tanto, es sinónimo de "norte" de "faro" que con su luz cálida y rectora guía a los barcos en las noches de tormenta y los acompaña en las madrugadas apacibles como una madre gigantesca que acuna en el regazo de sus costas.
Esta claro para todos que tenerla es un privilegio y como nuestra "abuela/bisa/Tía" mucho más aún.
Escucharla es recuperar aquellos pocos maestros que se recordarán por siempre porque exigen pero enseñan de verdad desde su humilde y venerable puesto.
Mi vieja Irene es profesora, mi abuela Rebeca era maestra, mi tía Paulina también, y Amadita, y ...Rosa ? parece que era la Patriarca, ....perdón Matriarca de todas... " en casa era más lo que se leía que lo que se comía " ...un mounstro!!!
Yo comulgaba más en Corrientes 4816 dónde sus hermanas hacían de todo por mi: a c/paso una tía, a c/paso un afecto, a c/paso una festival de cariño.
Tía Rosa físicamente no estaba allí. Su Matrimonio e independencia la habían llevado a otra casa en donde dió a luz su propio mundo, su propio pedazo de familia que hoy se une con el resto y que me llegaba más tangencialmente por el relato de sus hermanas y por motivos geográficos claro!
Mi abuela, en la cocina del fondo me hacía además de las milangas a la plancha con una gotita de aceite, un improvisado teatro de sombras chinas.
Todo para entretenerme claro, no había ni TV ni PC ni Play Station ni un carajo! Solo Tías, abuelas y que se yo cuantas cosas, era como abrir el arcón de Jumanyi!
El teatro era de figuras de papel, sostenidas y manipuladas de un piolín con una vela detrás que proyectaba su danzante luz en una caja de zapatos cuya tapa había sido reemplazada por un celofán ahumado.
Detrás de esa "pantalla" actuaban las sombras de las siluetas de papel que expresaban su creativo baile en dicho monitor de entre casa.
Esta era Rebeca, una de la hermanas de Rosa. En fin...tantas historias podría contar...recién al querer transmitir esto me doy cuenta de la verdadera dimensión. Tomaba mate y charlaba con Flora, en otro ámbito, íntimo y privado, Paulina me dejaba ganar a la "casita robada" y perder al "culo sucio", Amadita perforaba sus tarjetas de braile con un punzón y una planchuela. Enseñaba a milquinientos chicos a la vez en una mesa gigantesca que servía en ocasiones festivas para reunir a toda la familia. También trataba infructuosamente de domesticarme a mi que era "Daniel el Terrible". Catalina llegaba siempre de noche desde alguna misión que Dios le había encomendado y buscaba algo para equiparar a sus hermanas en el afecto hacia mi, pero lógicamente no le alcanzaba. Después de medio siglo de intentarlo hacía el más rico dulce de frutillas que mi cucharita experimentada hubiera probado.
Estas chicas tenían algo especial no?!!! ...Tienen algo especial... y ese aura se notó en esta fiesta de emociones y unió a "la familia" que dispersa en sus cosas y en sus propias vidas nunca estuvo desunida sino haciendo lo suyo. El respeto convocante a esta Mujer tan especial nos dió la oportunidad al menos por un rato de compartir recuerdos y construir otros nuevos.
Gracias Tia Rosa y Gracias a todas las ídolas de esa casa: Gracias Nona, Gracias Amadita, Gracias Paulina, Gracias Catalina, Gracias Flora.
Dany Wender
Su voz a esta altura, para mi que no pude aprovecharla tanto, es sinónimo de "norte" de "faro" que con su luz cálida y rectora guía a los barcos en las noches de tormenta y los acompaña en las madrugadas apacibles como una madre gigantesca que acuna en el regazo de sus costas.
Esta claro para todos que tenerla es un privilegio y como nuestra "abuela/bisa/Tía" mucho más aún.
Escucharla es recuperar aquellos pocos maestros que se recordarán por siempre porque exigen pero enseñan de verdad desde su humilde y venerable puesto.
Mi vieja Irene es profesora, mi abuela Rebeca era maestra, mi tía Paulina también, y Amadita, y ...Rosa ? parece que era la Patriarca, ....perdón Matriarca de todas... " en casa era más lo que se leía que lo que se comía " ...un mounstro!!!
Yo comulgaba más en Corrientes 4816 dónde sus hermanas hacían de todo por mi: a c/paso una tía, a c/paso un afecto, a c/paso una festival de cariño.
Tía Rosa físicamente no estaba allí. Su Matrimonio e independencia la habían llevado a otra casa en donde dió a luz su propio mundo, su propio pedazo de familia que hoy se une con el resto y que me llegaba más tangencialmente por el relato de sus hermanas y por motivos geográficos claro!
Mi abuela, en la cocina del fondo me hacía además de las milangas a la plancha con una gotita de aceite, un improvisado teatro de sombras chinas.
Todo para entretenerme claro, no había ni TV ni PC ni Play Station ni un carajo! Solo Tías, abuelas y que se yo cuantas cosas, era como abrir el arcón de Jumanyi!
El teatro era de figuras de papel, sostenidas y manipuladas de un piolín con una vela detrás que proyectaba su danzante luz en una caja de zapatos cuya tapa había sido reemplazada por un celofán ahumado.
Detrás de esa "pantalla" actuaban las sombras de las siluetas de papel que expresaban su creativo baile en dicho monitor de entre casa.
Esta era Rebeca, una de la hermanas de Rosa. En fin...tantas historias podría contar...recién al querer transmitir esto me doy cuenta de la verdadera dimensión. Tomaba mate y charlaba con Flora, en otro ámbito, íntimo y privado, Paulina me dejaba ganar a la "casita robada" y perder al "culo sucio", Amadita perforaba sus tarjetas de braile con un punzón y una planchuela. Enseñaba a milquinientos chicos a la vez en una mesa gigantesca que servía en ocasiones festivas para reunir a toda la familia. También trataba infructuosamente de domesticarme a mi que era "Daniel el Terrible". Catalina llegaba siempre de noche desde alguna misión que Dios le había encomendado y buscaba algo para equiparar a sus hermanas en el afecto hacia mi, pero lógicamente no le alcanzaba. Después de medio siglo de intentarlo hacía el más rico dulce de frutillas que mi cucharita experimentada hubiera probado.
Estas chicas tenían algo especial no?!!! ...Tienen algo especial... y ese aura se notó en esta fiesta de emociones y unió a "la familia" que dispersa en sus cosas y en sus propias vidas nunca estuvo desunida sino haciendo lo suyo. El respeto convocante a esta Mujer tan especial nos dió la oportunidad al menos por un rato de compartir recuerdos y construir otros nuevos.
Gracias Tia Rosa y Gracias a todas las ídolas de esa casa: Gracias Nona, Gracias Amadita, Gracias Paulina, Gracias Catalina, Gracias Flora.
Dany Wender